MICAELA HACE «EL AGUANTE» DESDE AFUERA

Tanto el Futsal y Fútbol 11 femenino tienen averiada a su capitana, pero pese a eso sigue al equipo y alienta desde las gradas. La web deportiva de Camioneros charlo con Micaela Marmorato.
«Es una satisfacción enorme que mis compañeras me acompañen»
-¿Se sufre tanto adentro como afuera de la cancha?
– Si, es sufrir por los colores. Los pies se me van solos, pero tengo un largo tiempo de recuperación y acá haciéndole el aguante a las chicas desde afuera como corresponde.
– ¿Que es lo que te sucedió?
– Tuve una operación de apéndice, la cual se me complicó y para tomar riesgos me dieron un párate bastante largo para ir de a poco.
– ¿Las chicas te acompañeron siempre?
– Si, iban a la clínica a visitarme. En el partido de local que lamentablemente se escaparon los puntos ante Morón, me mandaron carteles para que vuelva pronto.
– ¿Esos mimos que te generan?
– Es una satisfacción enorme que tus mismas compañeras te acompañen en las buenas y las malas.
-¿Como capitana que opinión te merece el grupo?
– No es solo​ un grupo, si no una familia. Podemos ir con resultado negativo, pero no bajamos los brazos jugamos con el corazón. Estoy muy contenta y agradecida de pertenecer a la familia del femenino de Camioneros.
– ¿Que se espera para este año?
– Espero resultados muy positivos por el trabajo que veníamos haciendo. Estar entrenando de lunes a lunes, este año tiene que ser de nosotros.
– ¿Les cambio la vida jugar Futsal y 11 al mismo tiempo?
– Si, pero para bien. Estamos más unidas porque somos las mismas chicas y vamos todas juntas para todos lados, y eso es muy positivo en el femenino el estar muy unidas.
– Hubo un recambio de nombres, ¿las nuevas se adaptaron ya?
– Se fueron compañeras que decidieron dar un paso al costado, y las que llegaron las supimos adaptar grupo. Fue difícil pero de a poco lo lograron y es muy lindo que sean parte de la familia. Aún falta el bautismo de parte de las viejas.
-¿Ver de afuera los partidos te da ganas de retarlas?
– Si darles unos chirlos je. Estando adentró se que es difícil, estando afuera es más fácil verlo. Los nervios empiezan a caer cuando la pelota no quiere entrar.