ARÉVALO: «HUGO CONFIÓ Y NO LE PUEDO FALLAR»

Detrás de los abrazos y emoción, existe un grupo. Están los que entran a la cancha y aquellos que trabajan duro esperando su oportunidad. Pero todo CAMIONEROS está consustanciado con el objetivo y en ese aspecto cada uno es un eslabón importante. LUCAS ARÉVALO hace cuatro años que está en el club, y a pesar de su juventud ya ha transitado Nueva Chicago (8 años), Almirante (1 año) y éste presente que lo llena de alegría «El puesto de arquero es muy ingrato. No se si en todos los clubes pasará lo mismo pero entre Villalba (Matías), Zarza (Jony) y yo, tenemos una convivencia espectacular. He aprendido mucho de ellos y de los que estuvieron antes (Claudio Paz, Pereyra, El Mudo, Regules y los preparadores Walter y ahora Alejandro).
Que bueno que Smaldone haya confiado en vos, ahora, cuando se rumoreaba que podría llegar otro arquero…
Si, como te decía, el puesto es ingrato. A nosotros nos toca cuando a un compañero le va mal o se lesiona, como le pasó a Jonhy, pero el respaldo de Hugo fue espectacular, me llamó y me dijo – Mirá, si vos estás acá, es porque te lo ganaste y tenés condiciones. Yo confío en vos y todo depende de que te sigas esforzando. Mirá que pasaron otros muchachos y vos seguís en el club, así que no te resfríes siquiera !- Con esa presión no le puedo fallar, ni a él ni a mis compañeros.
¿Y la pretemporada?
Y.. fue dura. Pensá que tuvimos que estractar lo que habitualmente hacemos en el receso de torneo en 15 días y en triple turno pensando que CAMIONEROS tenía compromisos ahora, y por suerte empezamos bien. La gente se fue contenta y nosotros aún más. Haber pasado esta ronda nos motiva.
Lucas Arévalo (19/11/1989) nació en Capital Federal, cada vez que le tocó jugar en la Liga, cumplió con creces y hoy reemplaza a Zarza en el banco de Las Aguilas. Llegó al club de la mano de Buga de Aguas y Gaseosas y pasó la prueba que le tomó Marcelo Alonso, hasta que Pachorra se fijó en él y se lo llevó a Primera.
«Ahora todos nos quieren jugar y hacer amistosos, y vamos creciendo, con humildad día a día. Antés no éramos nadie, hoy nos hacemos respetar en todos lados».
Trabaja a la par, busca su oportunidad y es el orgullo de Tito, Marta (Sus padres) y Vanina (su novia) que le tiene preparado un Camionerito en la panza, que será su máximo logro. Así de feliz y así de grande son los pibes del club, que no aflojan y empujan de atrás hacia adelante, siempre!. (dg)