SIMPLEMENTE PABLO

Compañero, lider, referente, amigo. Llámelo como quiera, a él le gusta que le digan simplemente Pablo. Alejado de cualquier tipo de protocolo, poniéndole el pecho ante cualquier circunstancia o cualquier escollo que la vida le presente. PABLO MOYANO NO SE DOBLA y con los preceptos que defiende a capa y espada en los derechos de los trabajadores, así con la misma pasión, visita a los pibes del club, a la primera división o se desvive para que se termine una confitería para que puedan merendar. Muchas de esas cosas no se dicen, ni salen en primera plana, pero nosotros estamos para contarlas, porque las vemos día a día. Contra viento y marea. LA DEPORTIVA dialogó con el presidente de Camioneros en La Ñata, durante el partido a beneficio que jugó el equipo de Scioli y Camioneros.
-Agradecemos la invitación del Gobernador para jugar un partido con fines solidarios y por suerte también pudo venir Hugo para acompañarnos. Camioneros siempre está presente en partidos como este, con fines solidarios.
¿Que te pareció el partido?
Y… ellos están acostumbrados a ésta cancha y vos vistes el estado físico que tenían, pero lo importante es acompañar éste tipo de acciones solidarias. (Nota: no le gusta peder ni a la bolita).
El club está creciendo, Pablo.
-Seguro, eso me pone muy contento. Tenemos muchos deportes, cientos de chicos que fuimos incentivando a que practiquen deportes y sacarlos de la calle. Competimos en la zona metropolitana de fútbol y con los más grandes de nuestro país. Pudimos hacer dos canchas nuevas, solamente nos queda ascender al Argentino, ya que nos faltó muy poquito para poder lograrlo. Esa es la cuenta pendiente, pero no vamos a bajar los brazos…
Y falta poco para terminar la confitería para nuestros chicos.
– Las obras están muy adelantadas y si Dios quiere en poco tiempo ya las podremos inaugurar.
Gracias Pablo.
-Gracias a ustedes por estar siempre en todos lados.
Y ahí estaba, pegándole al arco para despuntar el «vicio» , caminando y mirando Copas, fotos y camisetas… y soñando, soñando con las paredes de nuestra confitería, con llenarla de trofeos, de imágenes, de ilusiones. Al fin de cuentas bien vale el refrán…«De tal palo, tal astilla».(dg)