LOS ESCUDEROS DEL VESTUARIO…

Detrás de los 11 jugadores titulares, suplentes, cuerpo técnico, médicos etc…existe otro mundo detrás de bambalinas.
Los utileros no salen en las fotos. Los flashes siempre le apuntan a otros, pero que rara paradoja: siempre están en el momento justo en el lugar indicado. Ahora… HÉCTOR «EL MONITO» NUÑEZ Y JOSÉ BAIGORRIA..¿contestarán todo?…Veremos.
-¿Los apuraron en alguna cancha como para agarrarse a piñas?.
Baigorria: En Aconquija nos toparon y no nos dejaban entrar a la utilería y a los jugadores para «sacarnos» y la cosa se puso densa.
Nuñez: Si, en Las parejas, no nos dejában entrar. Nosotros acá los recibimos con buena onda, pero allá nos agarramos a trompadas, con el Indio, fuimos al frente. ¡Cómo no nos dejás entrar!. Fue brava.
– ¿Y con algún jugador?.
Baigorria: No. Con ninguno, las veces que tuvimos que aclarar algo, lo hicimos hablando.
Nuñez: Hubo una época que no entendíamos nada y yo les decía -ayúndenme muchachos, que no sabemos- y nos dieron una mano. De estar manejando un camión o de barrendero fue difícil y seguimos aprendiendo.
-¿Quién les enseño?.
Baigorria: De Smaldone aprendí muchísisimo, una gran persona, para movernos dentro de un vestuario, como, a que hora.
Nuñez: Si, me enseñó mucho. Tengo muchas anédotas con él y ahora con Guille también.
-Contá una…
Nuñez: Una vez fuimos a Mercedes con 40º y no había llevado ni buzo ni campera. Cuando llegamos, se largó a llover y Pachorra me dijo -Preparate la campera y los buzos- y yo me quería matar. Y me dice…-tuve que salir a pedirle a la hinchada para solucionarlo- y el martes me agarró -con uds. tengo que hablar!- La ropa la llevás igual!, la uses o no!-. Me olvidaba infladores, tapitas…pero uno va apreendiendo. Hoy Guillermo me dice, hacé esto y ello es para el bien nuestro, al igual que el Indio (trabaja en la Seguridad del plantel).
-¿Qué relación tenés con Pablo Moyano, viene los aconseja también?
Baigorria: Es muy buena la relación y nunca nos pide nada. El trabajo lo hacemos cada día mejor porque vamos apreendiendo.
Nuñez: Nunca me dijo nada. Tenemos un Presidente Excelente, de lujo. No me puedo quejar porque siempre le vamos a responder, siempre con buena fé.
-¿A la utilería entra cualquiera o le ponen freno?
Baigorría: A la utileía no entra nadie. Hay un respeto mutuo.
Nuñez: Nosotros pedimos permiso para entrar hasta en el vestuario de los técnicos y ellos hacen lo mismo. Tomamos mate con todos, hablamos de cosas de la vida, somos compañeros.
-¿Les faltó ropa alguna vez?..
Baigorria: No. Gracias a Dios jamás nos faltó nada. Acá el que quiere algo lo pide.
Nuñez: Cuando trabajamos les decimos, pidánlo y los muchachos lo hacen.
-¿Cuántas horas trabajan por día?.
Baigorria: Mínimo 8 horas, porque cuando la práctica termina, tenemos que lavar la ropa, prepararla para el otro día, tenemos que tener todo. Entramos a las 7 de la mañana.
– A vos Monito..¿te cambió la vida?.
Nuñez: Si. A mi me cambió la vida, sabés cuantos quieren estar trabajando aquí. A mi me cambio la vida, claro, a dejar algunos vicios y dedicarme a mi familia, a los muchachos y dedicarle tiempo a lo que quiero. A los cuerpos  técnicos, a ayudar a los muchachos y a estar bien, felices. Todos tenemos problemas pero los dejo afuera para que los jugadores se sientan bien.
El entreno está por comenzar y todo se encuentra en su lugar, listo para que los jugadores utilicen la ropa, zapatos, pelotas, conos y, por supuesto el hidratante. Así es el trabajo de un utilero, una actividad indispensable en el futbol moderno. Trabajan, están atentos, miran, y auque digan en chiste «cada vez quiero más a mi perro…» se ríen y escuchan…aunque mucha veces parecen que no es cucharan.