LOS CAMIONERITOS RECIBIERON A PAPÁ NOEL

Navidad es Papá Noel, Navidad es  regalos. Si estaba bien todo eso de armar el árbol, el pesebre, los fuegos artificiales… pero los regalos le quitan protagonismo a todo. LOS CAMIONERITOS recibieron a PAPA NOEL y para entonces el universo distaba bastante de imaginar que existían otras realidades económicas, otras religiones, otras culturas, otras costumbres y hasta otras familias. El universo se supeditaba a, como todo niño,  y eso se sintetizaba en una larga y tortuosa espera hasta la llegada de Papá Noel. Ellos sabían perfectamente que sus miradas de reojo al pie del pino navideño no adelantarían el reloj, pero era inevitable. Casi que podía ver los paquetes de regalos navideños en su pie sin estar aún. Todo fue soportado con estoicismo. Si había que soportar las preparaciones de la mesa. Las noches anteriores fueron verdaderas pesadillas con mezcla de sueño, y sueños con tintes de pesadilla. Iban imaginando tamaños y formas de los regalos. Profundos estudios de peso con relación a contenido, colores de los papeles envoltorios, profundidades de cajas y posibles trampas de regalos pequeños en cajas grandes. Todo era estudiado minuciosamente a pesar de conocer su naturaleza impulsiva. ¿Para que tanto pensar si abrir un regalo les llevaría centésimas de segundo? si hasta parecían que les salían garras de oso para poder destrozar más velozmente el paquete y llegar a su regalo. Cientos de chicos recibieron en La Boca y el reconocimiento al Sindicato de Camioneros, a Pablo y Hugo. De todas las familias y de aquellos que trabajan en el lugar.  Un premio a las debilidades. Un galardón a soportar las reglas de los mayores en mi mundo simple: Papá Noel, cumplió con lo suyo y ellos te seguirán queriendo y esperando.

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