
Con su boxeo más pulcro, ordenado, técnico y efectivo, Abellaneda controló el combate combinando sus jabs, rectos y cruzados al rostro desde la media distancia. A pesar de que Benavídez, ex retadora mundialista, intentó tomar el centro del ring y acertó esporádicos boleados, la campeona se asentó.

Boxeando por momentos en retroceso, hizo fallar a su rival y contragolpeó con firmes rectos y cross al mentón por adentro. Tan es así que en el cuarto y quinto rounds, la sanjuanina la conmovió con profundas ráfagas de tres y cuatro golpes firmes a la zona alta. Con su mejor manejo de los desplazamientos y de los tiempos de la pelea, eludió cada arresto de la chaqueña y la sometió con dureza arriba. En el sexto y séptimo no fue la excepción. Conforma transcurrían los asaltos, las diferencias se agigantaban. Más allá de la enjundia de la “Yarará”, la campeona tenía todo bajo control. Únicamente en el décimo, Benavídez sorprendió con un cross y un boleado, que llegaron con claridad, pero lejos estuvieron de modificar el resultado.