CRÓNICA DE UNA SALIDA ANUNCIADA…

Pasadas las 9,12 de aquel 12 de Julio de 2022, PABLO GARABELLO, iniciaba su camino como entrenador del Primer equipo de CAMIONEROS.
Allí, acompañado por su ayudante de campo Pablo Olguin, el Preparador Físico Walter Soria y el entrenador de arqueros Jonathan Zarza, tomaban las riendas de un equipo que esperaba enfrentar a Ferro de Pico para enderezar el rumbo.
84 días después… dió las hurras y se fue.
Motivos: siempre los resultados. Son los que impulsan la salida de los entrenadores.
Con ellos un cocktail variado con opiniones diversas: falta de conducción, planteos equivocados, estado físico del plantel, relación con los jugadores, conformación compartida, apresurar y arriesgar a los juveniles y muchas otras más, que formaran parte del raconto final y subjetivo.
Lo cierto es que a pesar de su educación y sus modos, que ponderamos, dejó al equipo último y en la cornisa.
Es decir su trabajo en el Federal A, fracasó rotundamente…
Es por ello que algunas semanas atrás, el rumor de su reemplazo era Vox Populi, aumentado por los paupérrimos resultados y las goleadas sufridas: por ejemplo con Independiente (4 a 0) y aquellos que nos movemos por las estadísticas, consignamos que no sacó un solo punto en condición de visitante, perdiendo todos los partidos, con un porcentaje total menor al 22%.
La llegada de Santiago Galván no es casualidad, aquellos que caminan los pasillos de los vestuarios de juveniles, y tenían buena vista, sabían que era quien lo reemplazaría, era muy obvio.
Ya había probado las Mieles de Primera, cuando el 22 de Junio pasado asumió interinamente en lugar de Livio Prieto que fue el técnico desde aquel 27 de Abril de 2021, tras la derrota frente con Círculo. Con él habían llegaron AC: Killy Peralta, PF: Diego Singer, PF 2: Fernando Garoso y EA: Jonathan Zarza.
La movida pudo ser antes, pero siempre se optó por darle una «vida más», aunque el equipo (como en el juego de la Oca) retrocedía casilleros, hasta que la cosa se hizo insostenible y la cuerda se cortó.
Galvan, había dirigido interinamente dos partidos: el último fue en San Luis frente a Juventud con derrota 1 a 0, con aquel gol de Jonathan Vera a los 47′ del primer capítulo, en el Mario Sebastian Diez. Y venía de igualar en un partido «Chivo» a Liniers 3 a 3 en Bahía luego de ir 0-3 abajo con goles de Gonzalo Vivanco 44′ 1T, 25′ 2T; Brian Chávez 36′ 2T.
El tiempo pasó, el Oriundo de Ezeiza, defensor acérrrimo de la línea de 3, ya tenía en la cabeza y en los oídos, que en cualquier momento le estarían golpeando la puerta. Primero se habría pensado en una dupla con Prieto (la hubiera aceptado?, creemos que no.) Sabía que el Kily Peralta había emigrado a Lanús y entónces eligió al ex talentoso volante Lechero Luly Funes para calzarse el buzo de Ayudante de campo.
Ahora quedan dos capítulos de ésta historia: Círculo Otamendi de visitante y Liniers como local y un desafío supremo para alguien que tiene mucho por ganar. Y ahora, como dijo el viejo sabio… el problema no son los que se van, sino los que se quedan. Será cuestión de seguir empujando para salir del pantano… no le parece?. (DG).