CRECIENDO EN EL RUEDO: INFANTILES EN LA SALLE

Un sábado que arrancó con clima primaveral pero se iría nublando con el correr de las horas. A pesar del dato climático la jornada otra vez anduvo de 10. Ni los nubarrones negros, que lanzaron las primeras gotas cuando toda la actividad había terminado, pudieron opacar lo acontecido. Todas las categorías tuvieron sus partidos, su momento de compartir con amigos nuevos y obvio la diversión siempre encendida y al 100%. Algún debutante, otros que hoy tuvieron sus primeros golpes pero pedían volver a entrar a la cancha, otros con sus primeros y hermosos tackles y algunos que empezaron hoy a darse cuenta el potencial que tiene por su fortaleza física. Así es el rugby infantil, todo tiene que ser una fiesta y en pos del aprendizaje. No hay anotador, no hay perdedores porque todos aprenden. No hay problemas porque los de enfrente son amigos y si les falta uno para jugar puede ser el otro equipo el que ayude a completar. Y así fueron las tres horas que duró todo con los amigos de La Salle que estaban super preparados para la ocasión.
La camaradería, el compañerismo, la buena onda, el fomentar un crecimiento sano de los más importantes del club… Nada faltó porque el local puso todo y más también para que así fuera.
Todos felices de compartir un encuentro más, los grandes de ver y acompañar ese camino iniciado que ya no tiene vuelta atrás y los más chicos de saber que tienen un lugar donde poder ser.