CAMIONEROS EN LA ETAPA DE CREER Y ESPERAR CON GANAS EL FUTURO

Entre la esperanza y la zona Verde hay todavía muchos escollos, pero el principal de ellos parece ir retornando: la fisonomía, aquella que habla de recuperar la confianza. Y esa es la primera impresión al ver serenidad e intentando aprovechar en los arcos algunas situaciones que se van presentando. Lo vimos en casa hace 15 días, en el Primer Cuarto, lo volvimos a observar en pasajes del Primero en San Juan. No llegó el tiempo de la euforia, todavía no hay motivo para ella, sí en la etapa de creer, de esperar con ganas el futuro. El equipo, su gente también. Sumando los lesionados, suspendidos y aquellos que están en recuperación, se encara éste último partido frente a Estudiantes de San Luis con obligaciones. Aquellas que hablan de salir a atacar por convicción, sabiendo que el rival lo va a esperar reuniendo 11 hombres en 50 metros y entónces habrá que buscar, buscar con la pelota al ras del piso, con el toque o el cambio de frente, con rotación, movilidad y seguridad. Eso es tener variantes y personalidad de equipo. Lo observamos a Alves indicando permanentemente, seguro en su convicción de que equipo quiere y la forma, con la idea y las ganas que lo confirmen en el cargo (todavía no se reunió con el presidente) apuesta todo a ello, pero se nota cuando alguien tiene el «fundamento» para poder ubicar al jugador en el lugar y el tiempo adecuado. Es verdad que la gente exige (con razón) que los rivales se agrupan y esperan los contragolpes, entónces la respuesta es el órden. Nadie quiere ganar el partido por sí mismo, los marcadores laterales pasan al otro lado pero no dejan de ser marcadores, si uno de los centrales se van alguien debe cubrir su lugar, no hay héroes ni aspirantes a serlo. Eso se busca: madurez y con pasos pequeños, pero firmes se va consiguiendo. Con un triunfo se atenuará un poco de ímpetu. Habrá variantes en refencia a Peñarol, aunque se nota bien a las claras que hay titulares inamovibles y eso también da coherencia. La observación podría girar al modo de resolver los problemas, de la inventiva y la capacidad para elaborar las maniobras o estar presentes en la definición (en ésto también se trabajo). La cuestión es la movilidad y a la luz de los resultados y aunque sea una verdad casi obvia, vale mencionar que en este concepto se envuelve la evolución individual de los jugadores. Por ellos pasa el fútbol, no?. Y en la medida que en la concepción del juego,  ellos crezcan, harán crecer al equipo, son piezas de un juego colectivo. Lo cierto hoy, es que Camioneros va aprendiendo a ser feliz.