LOS ESPECIALES 10 AÑOS: SEQUEIRA Y EL PARAISO

La fecha: 1° de Octubre de 2008. La puerta del Secretario General Roberto Bóscolo se abrió…¿Qué hacés por acá, Richo?.
Richo es RICARDO SEQUEIRA «Yo andaba mal, mal en todo sentido», comenzó relatando
-Necesito trabajar Toti.
-¡Pero si vos nunca trabajaste, siempre fuiste jugador de futbol! (en tono de broma y riendo), hace una cosa, pegate una vuelta en la semana y hablamos de nuevo…..
Sacó de su bolsillo $ 500 más o menos y me dió, yo no los quería agarrar, pero él me dice
– tomá, yo te los presto!, si vos decís que andás mal, cuando estés bien me los vas a devolver!.
Tres reuniones más y le contaba a Betty, mi esposa, «me fui a verlo a mi amigo Toti y no me da bolilla, no me toma en serio».
Hasta que un viernes, en la cuarta, aparece Pablo Moyano, en ese momento era parte de Camioneros, no era Presidente, porque el club todavía no existía. Me lo presenta mi amigo, le dice
– El es Richo, un amigo del futbol (evidentemente, ya le había contado quién era yo!) y Pablo me dice
–Así que vos sos Richo? ¿Te animás a armar una categoría?.
– ¡claro que si! En ese momento si me decía que le firme un contrato, la camisa, las paredes o lo que sea, yo le firmaba!.
«Luego de esa charla, comencé un día lunes y… no teníamos nada!. Sólo unas pelotas y unas pecheras que habíamos conseguido. Creo que ese día habían venido dos o tres pibes que yo había citado,estaba feliz, ¡tres pibes teníamos!. Otro día teníamos cinco, luego 7 y después 10, Ahí pensé -¡buenísimo! ¡ahora podemos hacer cinco contra cinco!-
A los pocos días, apareció Toti con un señor del Gremio que dejo «pero este tiene unas pecheras que hace publicidad a una empresa y no a nosotros». Nos trajeron pecheras nuevas de Camioneros y pelotas».
En ese predio que practicában había un cuidador al que apodaban “Pucho”, un dominicano grandote, y con cara de pocos amigos. Vivía allí con su familia (todos dominicanos). Él fue uno de los muchos que ayudaron. «en esa época yo recién comenzaba y no tenía nada de dinero, así que me iba a la mañana y volvía tarde de noche a casa, pasaba todo el día en el predio, Pucho y su familia me invitaban gentilmente a comer…»
Pero algo lo marcó para siempre y fue cuando un hombre trajeado, que llegó en un BMW, Papá de Iribarren (ex jugador de Lanús) lo invitó a concurrir a la Iglesia y Richo se aferró a Dios. «hicimos varias veces esta rutina, me iba con él a la iglesia y un día que yo había cobrado mi sueldo (algo de $ 4.000), el Pastor dijo quien quería hacer un pacto con Dios, pero había que creer en lo que se pactaba. Yo aún no conocía mucho de ese Dios que predicaban, pero sentí creerle a y pactar con Él y sin dudarlo agarré mi sueldo entero y le dije – Señor, yo quiero que lluevan chicos en el club!».
En el 2009 se armaron tres categorías, empezó jugar un campeonato, en el 2010 ya fueron 7 categorías, ahí yo traje a un muchacho, Diego Yañez (que es como un hijo para mí) y Edgardo Sánchez (un profe de Ed. Física) y la cosa fue creciendo de manera exponencial….
«Sé que muchos de los que se molestaban en algún momento, les sirvió o les servirá saber que hay un Dios que los ama y en el que pueden confiar. Y que si ésto hizo por mí, por ustedes puede hacer cosas más grandes, que los pibes con amor, valores y respeto se les puede forjar un futuro. Quiero cerrar con una frase de Pablo Moyano que me dijo una vez – Richo, volvé a hablar con Dios y decile que deje de mandar pibes porque ya es suficiente! – Yo creo que nunca es suficiente». Fin del Primer Capítulo.