DEBUT: HABÍA QUE GANAR Y SE GANÓ

Pero no fue sencillo. CAMIONEROS venció al SATV por 2 a 0, en el inicio de la zona 64 en el estadio Carlos V de Jáuregui. Si tuviéramos que marcar un sólo concepto por el cual el equipo de Smaldone se quedó con el triunfo, diríamos que por la actitud de ir a buscarlo. Pero el partido no fue bueno, entre Arévalo y Di Giuli (técnicos de la visita), le armaron un bloque muy parecido a lo que CAMIONEROS intenta hacer en los partidos y lo complicó de tal modo que de no ser por un error del portero Regules, la cosa estaba encaminada para una igualdad. Es que en el primer capítulo la superpoblación de volantes, no dejó que el Locatario sacara ventajas de su aparente mejor manejo individual y todo eso contó con que se entró en un desorden que no permitía que Allende desbordara, que Villalba se prendiera en el ataque o Federico Gonzalez sacara ventajas de su velocidad sobre las bandas. Claro que a «río revuelto» casi la visita se pone en ventaja cuando un balón sobró a De Jesús y Ariel Franco elevó el remate final. CAMIONEROS tuvo lo suyo, también, cuando una pelota cruzó todo el área chica sin que nadie la empujara u otra entrada de Nazar que se fue besando el caño derecho. El SATV se fue enamorando con el empate y retrasó sus líneas, entregándole la pelota y el terreno, pero CAMIONEROS carecía de profundidad, hasta que llegó un centro, con pelota detenida, que sobró increíblemente a Regules y Machado, ingresando por detrás la mandó al fondo del arco, sobre los 22′ del segundo tiempo. No hubo reacción de la visita y la fricción siguió imponiéndose sobre el juego. Sobre los 37′ llegó el segundo, cuando una pelota en cortada dejó a Sebastián Allende solo frente a Regules y le pegó con cara externa de botín zurdo para cerrar el partido. Así CAMIONEROS se quedó con el primer partido, lo ganó y rompió el fuego de la ansiedad por el debut. Ahora llegará el tiempo de analizar el rendimiento, sacar conclusiones y corregir errores, pero siempre cuando se gana, todo se hace más fácil y con una sonrisa, ya que la ruta es larga y recién empezamos a rodar. (dg)