«A MI NO ME DABAN NI TRES MESES ACÁ»

El arco del Fútbol 11 Femenino esta custodiado de gran manera por una joven con mucho futuro. Conocemos a Noelia Vega.
«Me emociona mucho porque a mi no me daban ni tres meses en Camioneros»
Con 18 años recién cumplidos, oriunda de Monte Grande, específicamente barrio «el fortín», llegó al Verde a mediados del 2017, «Llegue el 31/10/17,  fui con unas compañeras  de otro club en el cual yo estaba. Ellas mismas fueron las que me convencieron de ir para que yo crezca futbolísticamente, porque donde estaba nunca me tenían en cuenta. Y yo también quería crecer, quería mejorar. Sinceramente ese día fui con muchas ganas, con mucha fe y con muchos nervios. Fue un gran día, con muchos nervios y mucha presión en el cual conocí a Néstor. Fue el quien decidió que yo me quedará, a pesar de que me faltaba todo»
El arco grande le parecía enorme, pero poco a poco lo hace cada vez más chico, «En 11 primero tenía como asombro al ver los arcos tan grandes de cerca, al principio no me hallaba, no me sentía cómoda ni me encontraba, Pero tiempo al tiempo fui aprendiendo muchas cosas, conocí una gran persona y entrenador de arqueras como Miguel Rocabado. Ell cual me enseñó que con sacrificio y dedicación se puede lograr  todo lo que nos proponemos. El mismo fue quien hizo que me enamoré del puesto e hizo que me  encuentre a mi misma bajo esos tres palos. Fue una gran motivación desde el primer momento en el cual lo conocí»
El fútbol le abrió las puertas a Noe, siempre con el apoyo de su familia, «Siempre me gustó el fútbol, desde chiquita me gustaba ver partidos con mi padre, aveces jugaba con amigos pero era muy vergonzosa e aislada y no me gustaba salir mucho. A veces jugaba con mi hermana más grande nomas. Luego cuando falleció mi padre, estuve meses sin salir hasta que un día me puse a pensar y quise buscar algo para distraerme, algo que me guste y me sirva. Busque un Club en el cual podría anotarme y encontré en villa Albertina el club «Los Andes». En el estuve un año y medio, luego por cuestiones inadecuadas en el predio y demás mi profesor de Los Andes decidió armar su propio equipo de fútbol femenino «Colón de Lomas». Estuve unos pocos meses hasta llegar a Camioneros. En mi casa mi madre estaba contenta sabiendo que iba hacer algo que me gustaba y también algo para distraerme. Aunque no tanto cuando al saber que tenía 15 años y tendría que tomar  dos colectivos sola, lo cual era porque mi madre trabajaba y yo no quería molestarla para que me acompañara».
Noe no arrancó debajó de los tres palos su carrera, «Empecé siendo defensora en el primer Club en cuál fui, Pero siempre me llamo la atención el arco, hasta que un día estaban armando los equipos para jugar y faltaba una arquera. Me ofrecí y después de eso me preguntaron que quería ser: arquera o defensora. Sin pensarlo elegí ser arquera y desde ahí comenzó esta loca aventura bajo los 3 palos»
No le quedan palabras y se emociona al recordar el día en que tuvo que debutar, «El día que debute en Primera fue el mejor día de mi vida, me di cuenta que todo el esfuerzo, lucha,  dedicación y empeño bien valió la pena. Tuve una mezcla de nervios y orgullo a la vez. Estaba muy segura de mi misma porque si depositaron tanta confianza e importancia en mi por algo era, porque a Primera no llega cualquiera. Para mi fue un orgullo enorme defender el escudo, defender los colores de este Club que me dio todo desde el minuto cero en el cual me abrió las puertas y me brindó todo sin condición alguna».
El puesto de arquera es sin dudas de los más complicados, y para ella es algo que la enorgullece: «Para mi ser arquera de Primera es un orgullo enorme, una alegría inmensa y una emoción muy grande. Siempre en las charlas internas con el equipo terminó llorando cuando hablamos de este tema, me emociona y me enorgullece todo lo que logré porque se que me lo gané, porque nadie obtiene nada sin a ver luchado antes. Me emociona mucho porque a mi no me daban ni tres meses en Camioneros, una persona a mis espaldas dijo eso y yo al verme lograr todo esto me emociona muchísimo porque pude hacer y dar más de lo que decían».
Tiene una dura competencia con Magali Videla, otra gran promesa que tiene el Verde bajó los tres palos y lo cual son grandes amigas, «Mi día a día con Magui es algo increíble e inexplicable, dentro y fuera de la cancha establecimos una amistad muy grande, en todo momento estamos una para la otra sea futbolísticamente emocionalmente o personalmente. Lo mejor que te da el fútbol son los amigos y compartirlo con Magali para mi es la gloria, a pesar que peleamos por el mismo puesto, para mi no es una competencia contra ella, ni contra nadie porque lo que nos enseñó nuestro entrenador de arqueras Miguel Rocabado es que «competimos contra nosotras mismas».Yo no compito contra ella, ni ella contra mi. Verla atajar a Magui me llena de orgullo, porque se la mochila que tiene sobre su espalda teniendo 15 años, se la persona fuerte y enorme que es. Día a día aprendemos una de la otra».
Sus amigos la apoyan. disfrutan del presente que tiene Noe: «Sinceramente mis amigos siempre se alegran de verme progresar, De verme lograr todo lo que me propongo, porque saben que hago lo que me apasiona y lo que más amo. Tengo un grupo de amigos en el cual compartí dos años de secundario que me enseñaron y me demostraron muchas cosas. Hoy que ya termine el secundario seguimos en contacto, una vez por semana nos juntamos a jugar fútbol y divertirnos y la amistad está intacta».
En el arco no tiene referentes, pero si tiene admiración por alguien muy especial: «Referente de juego no tengo a ninguno, ni tampoco me quisiera copiar de nadie. Sólo me esmero día a día para seguir mejorando y seguir aprendiendo un poco más y ser yo misma, sin copiar ni imitar a nadie. Y si e de admirar a alguien, admiro a mis padres. Quizás no tengo nada que ver con lo futbolístico, Pero mis ellos me llenan de orgullo, aunque mi padre ya no este, se muy bien lo que pelearon por mi y por mis hermanos. Me llena de orgullo ser hija de quien soy y por eso los llevo tatuados en mi piel»
Cuando llegó al Verde, se encontró con una verdadera familia que la integró de inmediato, «Al llegar a Camioneros me encontré con un grupo muy enfocado en lo que hace, con mucha dedicación en todo sentido. Aunque me costó mucho integrarme al ser vergonzosa y tímida. Pero hoy en día me siento muy cómoda y muy contenta de formar parte de este grupo Me alegra ver progresar a mis compañeras, porque detrás de ese progreso se que hay sudor, lágrimas y mucho esfuerzo. Camioneros es mi orgullo más grande, es inexplicable la sensación que siento al pisar la cancha, al ponerme su camiseta, al pararme a defender sus tres palos. Muchas veces me e quedado al final de entrenamientos cambiándome sola viendo la cancha vacía pensado que era un lujo, que era algo muy emocionante pisar ese sintético, porque donde yo entrenaba anteriormente la piedra mas chica era del tamaño de una pelota. Es un sueño inexplicable». Los objetivos para este año son claros, «Mi objetivo este año es seguir aprendiendo y seguir mejorando futbolísticamente. Corregir errores y seguir aprendiendo de ellos mismos. Quiero devolverle a Camioneros un poco de lo mucho que me dio en todo este tiempo, como siempre lo dije y lo vuelvo a repetir, me dio todo cuando yo era nada».