VOLEY FEMENINO: «VERLO A MI HIJO EN LA TRIBUNA FUE ALGO HERMOSO»

DAIANA MALDONADO. El Voley Femenino de Camiones salió Campeón Invicto y ascendió a la Tercera categoria del Metropolitano. Conocemos a las campeonas de una manera más intima.
«Verlo a mi hijo en la tribuna fue algo hermoso»
Es una de los grandes refuerzos de este 2018, pero ya tenía un basto recorrido en el mundo del Voley. Oriunda de Banfield y con 30 años, Daiana Maldonado también cumplió el sueño de salir campeón y ascender. Su llegada fue en plena pretemporda, «Mi llegada al Club fue en febrero. La verdad es que no tenía pensado jugar este año porque quería dedicarlo a mi hijo, pero amor por el voley fue más fuerte y el desafío de jugar en un Club como Camioneros me tentó a volver. Conocí muy buena gente, como Daniel Duarte que confió en mí, quizás sin conocerme tanto me recibió muy bien. Eso hizo que me sintiera cómoda desde un principio»
Nunca perdió la fe en que este sueño se iba a cumplir gracias al apoyo de una gran familia como es Camioneros, «Recibimos mucho apoyo de toda la familia del Verde. Desde los profes, los preparadores físicos, los chicos de prensa, la banda camionero que trae la hinchada y no paran de alentar. El sueño de ascender estuvo en mi cabeza desde un principio, las ganas de estar en lo más alto. Fue más de lo que podría haber imaginado. Nos tenía mucha fe»
Al ser un deporte que se juega día de semana, por la noche y complica en horarios laborales o de estudio, para muchas es un esfuerzo doble y dejan muchas cosas de lado por vestir esta camiseta. También es el caso de Daiana, «Dejé de lado a mi familia, principalmente a mi hijo. Pero valió la pena el esfuerzo y el sacrificio. Verlo a Dustin (Hijo) mirando el partido desde la tribuna con mi marido fue algo hermoso que no podía explicar. A mí vieja, mis amigos y todos los que fueron a alentarme. La verdad me hicieron muy feliz»
Al momento del último punto pasan muchas cosas por la cabeza, cuando se corona un sueño que costo mucho: «Se me paso por la cabeza todo lo que dejamos de lado para estar donde estamos y realmente valió la pena. El esfuerzo dio sus frutos. En la espera de lo que se viene para poder ir por un doble ascenso, difícil pero no imposible. Le dedicó este ascenso a mi pareja Marcelo y a mi hijo Dustin. Por el aguante y por su amor incondicional. A mis viejos que siempre me apoyan en cada decisión que tomo. Los amo mucho muchísimo y este sueño es gracias a ellos. Feliz de pertenecer a la familia Camionera»