EL PALADAR SE ENDULZA CON LOS TRES PUNTOS

Según la Real Academia podríamos definir al PALADAR con el gusto con el que se perciben los sabores de alimentos y la sensibilidad a la hora de valorar algo. En el FÚTBOL existen diferentes tipos de Paladares, que fue mutando a través del tiempo. Hace mucho años mirábamos al Huracán del ’73 dirigido por Menotti, con Brindisi, Babington, Housemann, Larrosa etc. O aquel impresionante equipo de Independiente del Pato Pastoriza con Trosero, Villaverde, el Bocha, Biondi etc. Pero el fútbol cambió, hoy el PALADAR NEGRO se endulza SOLAMENTE con la victoria, sin hipocresías, ni medias tintas. Tanto en Juveniles o Primera, sea la divisional que sea. El paladar es la parte superior de la cavidad bucal que generalmente presenta cierta dureza o rigidez y que puede ser alcanzado por la lengua cuando se la mueve hacia arriba…y la lengua se activa aún más cuando los resultados no se dan. El FEDERAL B es una muestra elocuente que lo ÚNICO que sirve es GANAR, y por más que el Maxilar y el hueso palatino se resistan, un penal malogrado, un gol en contra, modifican el «gusto» y aquel que ponderaba el buen fútbol, la traslación atildada, se va a las puteadas contra el técnico, los jugadores y toda la parentela. ¿Injusto?, ¡seguro!. Pero esta es la época en que nos toca vivir en el fútbol, la que cualquiera «tiene la fórmula mágica» sin haber conocido los orígenes. Los códigos de aquellos que se olvidan de la promoción de juveniles que debilitan la cantera, de los que envían carpetazos mientras hay un entrenador trabajando (en cualquier categoría), los que con tal de escalar trepan pisándo a quien se le cruze por el camino. CAMIONEROS, está Primero, porque ha trabajado para eso desde hace varios meses, con un plantel de buenos profesionales, la estructura está sólida y aceitada, mantuvo la base e incorporó solo dos jugadores, pero el campeonato es largo y su estructura muy injusta con pocos ascensos. Un equipo ordenado y prolijo desde su concepción debe competir en circunstancias y terrenos atípicos que emparejan hacia abajo. POR ESO LO ÚNICO QUE SIRVE ES GANAR (con armas nobles, claro) para SALIR de ésta categoría y de esa manera podremos usar el «otro» paladar para dar cuenta de la sensibilidad para discernir o valorar otra cosa.